Boudou, Mar del Plata y los recuerdos de la infancia
Uno de los funcionarios con mayor responsabilidad en el Gobierno de la Nación, el "marplatense" Amado Boudou, en una charla íntima, contó cómo fue su infancia en la ciudad.
El ministro de Economía de la Nación, Amado Boudou, mostró su perfil más íntimo. El funcionario habló de todo: su infancia en Mar del Plata, sus amigos y el rol que jugó su familia en la etapa de crecimiento, su faceta ligada a la música -como disc jockey y coorganizador de festivales- y también sus sueños. Boudou concedió una entrevista a Canal 10, que el domingo editó un programa especial. La entrevista estuvo a cargo de Mariana Gerez, y la producción correspondió a Silvia Garat y Germán Lagrasta. A lo largo del programa se vieron además variados testimonios, como los de Alberto Moriondo (profesor de la secundaria Colegio San Alberto), Wilo Gayone (amigo de la infancia), Delfina Boudou (sobrina), Ignacio Mendiondo (amigo de la infancia), y Eduardo Romano (amigo de la infancia y actual colaborador). Este es el detalle de la nota en la que hace referencia a la ciudad:
-Ha pasado la mayor parte de su vida en Mar del Plata ¿Se siente un marplatense más?
-Sin duda. Sobre todo porque fue una etapa de los 5 a los 35 años, muy formativa, donde hice amigos, me inicié en los deportes, donde estudié; en definitiva, crecí y me formé en la ciudad más linda para hacerlo.
¿Qué recuerdos tiene usted de su infancia en Mar del plata?
-Muy de chico iba con con papá y mis hermanos al Bosque Peralta Ramos, los fines de semana. Hacíamos un asadito, jugábamos a los soldados con las piñas. Después, en la Laguna de Mar Chiquita, pescando pejerreyes, o cerca de casa, en Varese, también pescando. Los recuerdos del colegio, del rugby, de las salidas, son muchos sitios que me acuerdo.
-¿Cuáles fueron sus escuelas en Mar del Plata?
-Empecé en la Nº 1 "Pascuala Mugaburu", después fui al colegio San Alberto, hice séptimo grado en la Escuela N° 27, luego volví al San Alberto en el secundario y terminé quinto año en el Minerva. Anduve por varios colegios.
-¿Algún recuerdo puntual de su época de estudiante? Si tuviera que definirse, ¿cómo era Amado Boudou?
-Muy buen estudiante, era muy buen alumno. Siempre con mucho interés por la lectura. Obviamente eso viene de tu casa, donde te lo inculcan. Cualquier cosa que caía a mi mano la quería leer. Por ahí, cuando sos más chico estás un poco separado del resto por esto, pero después te integrás.
-¿Algún docente que recuerde con cariño, que le haya dejado algo?
-Hace poco estuvimos con compañeros de la secundaria y ahí salen recuerdos. Había una profesora de historia, Estela Granoli, y después Alberto Moriondo, que fue profesor de Formación Cívica, que es un abogado muy reconocido. También la profesora de Matemáticas, Gloria Siniscalchi.
-¿Tenía en ese momento inclinación hacia alguna materia específica, algo que lo llevara por las ciencias exactas?
-Empecé estudiando Ingeniería Mecánica en la Universidad de Mar del Plata. Estuve dos años ahí pero después me di cuenta que quería dedicarme a algo que tuviera que ver también con las ciencias sociales y yo creo que la carrera de Economía tiene eso también. Por un lado, una formación muy rigurosa en lo que es la parte de ciencias exactas pero también mucho de ciencias sociales, de política, de historia. Entonces, es una buena conjunción para quien le gusta los dos desarrollos.
-¿Qué valor le da a esa formación pública que recibió en la UNMdP?
-Fuertísima porque la UNMdP es un muy buen lugar para estudiar, en particular ciencias económicas. Y aprovecho para saludar a Mariano Pérez Rojas, que tuvo una actividad muy destacada ahí y ahora es secretario de Hacienda de Mar del Plata. También (el intendente) Gustavo Pulti fue alumno ahí.
-Muchos lo recuerdan como disc jockey, como alguien ligado a la música, como organizador de algunos eventos musicales. ¿Cómo fue aquella época?
-Fue la mejor época porque había menos preocupaciones, con mucha actividad. Siempre traté de ser creativo, de desarrollar cosas nuevas, y con otra gente -como Eduardo Aracil y Pedro del Buono, ligados a la industria del entretenimiento- en Mar del Plata llevamos adelante recitales, por ejemplo en los primeros tiempos de Soda Stereo, cuando casi era un grupo local, que venía mucho a la ciudad, también Los Pericos, Los Ratones Paranoicos. Son recuerdos muy lindos poder llevar adelante Rock in Bali, que fue todo un desafío y que lamentablemente no siguió en el tiempo. Organizar un festival con 12 bandas en dos días en la playa fue una experiencia muy buena desde lo promocional, por la logística, por llevar adelante todo eso fue una experiencia muy linda. Y como disc jockey estuve en Sobremonte, Frisco Bay y en El Morro de Santa Clara del Mar.
-¿Cuáles son sus gustos musicales?
-Soy fanático del rock nacional. De las nuevas me gusta mucho La mancha de Rolando, también Catupecu Machu. Y después, lo clásico: Soda no está junto pero cada uno tiene su actividad por separado: Charly (Alberti) tiene su grupo Mole, que está muy bueno. Y Zeta (Bosio) anda por el mundo haciendo de disc jockey y con una actividad muy importante. Trato de ir a todos los recitales.
-A muchos les puede resultar extraño ver a un ministro de Economía en un recital con jóvenes...
-Lo tomo con mucha naturalidad, la gente saluda con buena onda. También me gusta mucho ir a comer y Buenos Aires es una linda ciudad para eso, para salir a tomar algo. Claro, ahora menos que antes.
-¿Algún otro hobby aparte de la música?
-Bueno, ahora tengo poco tiempo libre, pero los viernes jugamos al fútbol y trato de jugar tres veces por semana al tenis. Y el fin de semana, cuando vengo a la ciudad, voy al Mar del Plata Golf Club "a caminar al aire libre" con amigos.
-En su escala de valores, ¿dónde se ubica la familia?
-Tengo una muy buena relación con mi padre y hermanos, lo mismo con mi novia. En ese sentido, Mar del Plata es un lugar especial porque te da la posibilidad de pasar mucho tiempo con la familia, que en la etapa formativa es muy importante. En cambio, en Buenos Aires no lo podés hacer por el tiempo que necesitás para ir de un lugar a otro. Y, por supuesto, te da posibilidad de conservar los amigos de toda la vida; yo tengo a los de la primaria, aunque obviamente vas conociendo gente a lo largo de la vida.