El cine francés se aprieta el cinturón
Ultima un sistema de ayudas destinado a limitar los salarios de las grandes estrellas mediante el retiro de las subvenciones a las películas que superen ciertos topes.
PARIS, Francia.- El Centro Nacional del Cine y la imagen animada (CNC) de Francia, organismo regulador del séptimo arte, ultima un sistema de ayudas destinado a limitar los salarios de las grandes estrellas mediante la retirada de las subvenciones a las cintas que superen ciertos topes.
El paquete de medidas es fruto del "consenso entre el CNC y los representantes de los profesionales", aseguró hoy a Efe el delegado general de la Asociación de Productores de Cine, Frédéric Goldsmith, para quién la iniciativa, ante todo, resulta "útil".
Los actores de las grandes superproducciones no podrán cobrar más de 990.000 euros (1,2 millones dólares), mientras que aquellas cuyo presupuesto sea inferior a los 4 millones de euros (4,9 millones de dólares) no podrán dedicar más del 15 por ciento del mismo al pago de su elenco.
En caso contrario, las películas no contarán con ayudas públicas.
"Es un modo de mostrar el esfuerzo y la responsabilidad del sector por lograr un equilibrio financiero", manifestó Goldsmith, consciente de la tendencia inflacionista de los cachés revelada por el "informe Bonnell", un desolador diagnóstico de la gran pantalla gala publicado el pasado enero.
El objetivo pasa por adecuar los salarios al potencial comercial de las películas con la meta de atajar una deriva que, según ese informe, provocó que la suma embolsada por las estrellas pasase de 49 a 63 millones entre 2011 y 2012.
Esta limitación salarial fue acordada el 28 de noviembre pasado durante el último consejo de administración del CNC, un organismo público que se reúne semanalmente con el sector.
La voz de alarma del desmesurado tren de vida de las estrellas francesas la dio en 2012 el polémico productor Vincent Maraval, habitual de la filmografía de Darren Aronofsky o Ken Loach, entre otros.
En una tribuna publicada en "Le Monde" cargaba contra "esos actores franceses demasiado bien pagados" en un cine "que reposa en una economía cada vez más subvencionada".
El texto de Maraval desencadenó una espiral crítica contra el "excesivo" salario de un "star system" galo muy dependiente de las ayudas públicas y en un país que ya entonces notaba los efectos de la crisis.
Los 3,5 millones de euros (4,3 millones de dólares) que se embolsó ese año Dany Boon o los 3,1 millones que cobró François Cluzet por "Intouchable", la película más vista de la historia de Francia, parecían incompatibles con el cobro de subvenciones.
La limitación salarial no afectará solo a los actores sino también a realizadores, guionistas y productores, reflejo del "esfuerzo de todos" para sanear las cuentas del sector y que, en opinión de Goldsmith, supondrá "mejores mecanismos de transparencia".