Con la presencia de Coca, su esposa; Iliana, una de sus dos hijas y de su nieto Stefano, así como del empresario teatral Carlos Rottemberg y varios ediles, se realizó en el Concejo Deliberante un homenaje a Juan Carlos Calabró, artista popular que por espacio de veinte temporadas se presentó en la ciudad.

El concejal Maximiliano Abad, vicepresidente primero del cuerpo, rodeado por sus colegas Leandro Laserna, Fernando Rizzi y Marisa Vargas, fue quien abrió el acto al señalar: "Es un gusto poder recibir en este Concejo, que es la casa de todos los marplatenses, a este gran capocómico que ha hecho reir a generaciones enteras. Sus frases fueron repetidas en distintos escenarios por todos nosotros y su aporte a la cultura fue realmente muy grande. Me gustaría convocar a Pedro, ese personaje que nunca conocimos y decirle "Pedro, mirá quién vino al Concejo"".

A su turno el cómico manifestó que "no soy catedrático, ni un intelectual; solamente soy alguien que trató de hacer humor durante 50 años de mi vida sin apelar a los golpes bajos ni las malas palabras, pensando siempre que en la platea podía haber niños. Durante 25 tuve un departamento en Patricio Peralta Ramos entre Alem y Bernardo de Irigoyen. Vi crecer las escolleras de Varese, desde que no había nada allí. Mi dormitorio daba al mar, tengo los ojos llenos de Mar del Plata".

En ese momento el "Contra" se quebró y mientras trataba de contener las lágrimas alcanzó a balbucear "No creí que me iba a pasar esto".

Una vez que recibió el decreto 32 del año en curso que lo declaraba Ciudadano Ilustre, Calabró se despachó con 15 minutos de chistes, los cuales fueron festejados por la concurrencia.