Un bellísimo "Jesucristo"
Por Pbro. Hugo Segovia
“Poner a Jesús en el centro del cristianismo es lo primero y lo más decisivo. Todo lo demás viene después. ¿Qué puede haber más urgente y necesario para los cristianos que despertar la pasión por la fidelidad a Jesús?.
El es la mejor que tenemos en la Iglesia y lo mejor que podemos ofrecer y comunicar al mundo de hoy”.
Son palabras del teólogo José Antonio Pagola cuyo libro “Aproximación histórica a Jesús”, publicado en 2007, agotó seis ediciones en tres meses y, además, produjo un gran revuelo.
Resulta difícil entender cómo a veces algunos subrayan con fuerza el carácter divino de Jesús sin preocuparse por conocer al hombre, qué defiende, qué actitud asume ante el sufrimiento, cómo se acerca a los últimos, cómo critica una manera de entender y vivir la religión.
Lo primero que experimente cuando vi esta propuesta de “Los del verso” en el escenario de La Bancaria que es el espacio de tantas creaciones, ya como un regalo de cada verano, fue comprobar que “Jesucristo” es “el evangelio según “los del verso” y que no se opone al que la Iglesia anuncia ya que éste necesita siempre ampliarse sin quedar encerrado en la reconstrucción que puede hacer un autor en concreto. El mismo Jesús en un pasaje del evangelio solo pregunta a los apóstoles: ¿quién dice la gente que soy yo? Sino también: ¿quién dicen (los más cercanos) que soy?. Preguntas que cruzan toda la historia y que, por nombrar algunas, han dado lugar a respuestas en el cine tan dispares como la de Pasolini (“El evangelio según San Mateo”); Zeffirelli (“Jesús de Nazaret”); Scorsese (“La última tentación de Cristo”); Jewison (“Jesucristo superstar”); Rossellini (El Mesías); Arcand (“Jesús de Montreal); Gibson (“La pasión).
La respuesta de "Los del Verso"
Esta es la repuesta de Mariano Moro que sin duda es el fruto de mucho estudio, mucho silencio y, creo también, mucha oración. Una indagación a fondo en los evangelios que sabe conectar muy bien con pasajes y personajes del Antiguo Testamento como con opiniones de autores y pensadores y aterrizando en la realidad porque el mensaje nunca puede separarse de un proyecto de transformación de la humanidad. Lo que Moro dice: “un cordero, un hombre, un dios para los leprosos, los esclavos y las prostitutas”; es decir: para nosotros.
“Una zambullida, sigue Moro, en Jesús como el más conmovedor”. Todo lo que lo lleva a presentar con tanta claridad a alguien de cuya boca y corazón salio la buena noticia que cambió el curso de los siglos.
Dicen “los del verso” que como nunca han puesto el alma en lo que ofrecen”. Que lo diga, si no, Mariano Mazzei que no solo se da sin medida, física y espiritualmente, son que trasunta una alegría que lo envuelve a él pero también a los que participan de la representación.
Bello este Jesucristo, diáfano, creíble, incisivo. Se sale de la función, enamorado de él.
Yo lo he recomendado y espero tener el texto en las manos para estudiarlo -¡y amarlo!- durante el año en un grupo bíblico.