El hijo de un desaparecido durante la dictadura militar argentina (1976-1983) logró que el ex dictador Jorge Videla deje de ser su padrino de bautizo, al obtener para ello la autorización de la Iglesia católica, informó ayer una fuente eclesiástica.

Se trata de Gastón Castillo, que a finales de septiembre pidió por carta al cardenal primado de Argentina y arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, que anulara el padrinazgo de Videla, condición que el ex dictador adquirió por una ley que establece que el séptimo hijo varón tiene derecho a ser ahijado del presidente del país.

El arzobispado de Buenos Aires aceptó a principios de esta semana el pedido de Castillo amparándose en el Código de Derecho Canónico, que "permite cambiar el nombre del padrino" registrado en el bautismo de una persona, indicó el portavoz.

La historia comenzó hace 33 años, cuando la madre de Gastón decidió acogerse al derecho de convertir en ahijado presidencial a su séptimo hijo varón porque creyó que esa opción favorecería la posibilidad de hallar a su marido, Roberto Castillo, quien llevaba varios meses desaparecido.

Pero no resultó así, ya que los restos de Roberto Castillo fueron encontrados el año pasado en un cementerio de las afueras de Buenos Aires, enterrados como "NN" (desconocido).

Gastón Castillo fue bautizado en una parroquia de la localidad bonaerense de Burzaco el 10 de diciembre de 1977, en plena dictadura militar y su padrino fue Jorge Videla, quien gobernó entre 1976 y 1980.

En caso de no recibir una respuesta positiva del arzobispado de Buenos Aires, Castillo tenía previsto acudir a la justicia, había dicho su abogado, Hernán Jaureguiber.

Junto a una treintena de imputados, Videla, de 84 años, es juzgado desde hace varios meses en la provincia de Córdoba (centro del país) por crímenes cometidos durante la dictadura.

El padrinazgo presidencial del séptimo hijo varón es una vieja tradición en Argentina que se convirtió en ley en 1973, durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.