Miles de estudiantes secundarios de escuelas públicas y privadas, respaldados por docentes y universitarios, se unieron ayer en una histórica marcha en el centro de Asunción en reclamo de mejoras y un mayor presupuesto para el sector, en una manifestación curiosamente saludada por las autoridades del país.

Aunque la protesta reunió a no más de varios miles de estudiantes -unos 5.000 según agencias internacionales, unos 6.000 según medios locales-, los organizadores la consideraron "histórica" no solo por el hecho de que fue la primera vez que se unieron alumnos de establecimientos públicos y privados, sino porque, además, se trata de un sector tradicionalmente poco movilizado y politizado.

Con banderas paraguayas y pancartas que exigían mejoras en los colegios y en los expedientes académicos, los estudiantes marcharon desde Plaza Italia primero hacia el Ministerio de Educación, donde hicieron una sentada, y luego hacia la Plaza de Armas, donde se hizo el acto central.

Los manifestantes reclamaron el aumento al 7 por ciento del PIB de la inversión en educación; capacitación docente; entrega de kits escolares; almuerzo escolar para alumnos con doble turno; mayor infraestructura; jubilación de docentes privados y boleto estudiantil universal para el sector público y privado.

El propio presidente Horacio Cartes animó en las redes sociales a los estudiantes, a los que pidió, haciendo suyas palabras del Papa Francisco, "hacer lío" pero "organizado".

"La libre expresión y la democracia viven latentes en nuestro país, y al igual que el papa Francisco he instado siempre a los jóvenes a hacer lío, un lío organizado y dirigido a la lucha por el respeto de sus derechos", expresó Cartes en un mensaje que puso en Facebook y Twitter.

En esa línea, recomendó a los estudiantes que "hagan oír sus voces con sana rebeldía" y remarcó que la calidad en la educación "debe ser una de las prioridades en la agenda educativa de todo país, porque todos los estudiantes merecen tener acceso a una educación integral".

También las autoridades de Educación tuvieron una actitud receptiva a los reclamos, aunque se generó un momento de tensión cuando los estudiantes rechazaron flores que pretendían regalarles los ministros de Educación, Marta Lafuente, y de Hacienda, Santiago Peña.

En la sentada frente a la sede educativa, los ministros Lafuente y Peña salieron a dar declaraciones y a entregar flores a los alumnos.

Peña reconoció que "las demandas son enormes y los recursos limitados", y pronosticó que el presente año será "muy difícil" porque cuenta con "un presupuesto muy ajustado".

La respuesta a las declaraciones de los ministros y la entrega de flores con motivo de el Día de la Juventud fue casi unánime por parte de los alumnos:"íNo queremos flores, queremos educación!", gritaron los manifestantes, que cuestionaron por "mediocre" el sistema, al que consideraron una "vergüenza" a nivel internacional.

Los organizadores de la convocatoria se negaron a entrar al Ministerio, entregaron un texto con propuestas y acordaron un encuentro con la ministra Lafuente para el martes, a las 7.30.

Después de la marcha, los manifestantes fueron a la plaza ubicada frente al Congreso paraguayo, donde volvieron a mostrar carteles con las leyendas "La educación no es un privilegio, es un derecho", "El peor enemigo de un gobierno corrupto es un país que lee", "Sin educación no hay futuro", "El silencio no es nuestro idioma" y "Por una educación que nos haga pensar, no obedecer". Sonaba de fondo una batucada.

En la plaza, los estudiantes cantaron el himno nacional y la tradicional marcha "Patria Querida" ("Patria querida, somos tu esperanza, somos la flor de tu bello porvenir", dice la letra) y realizaron un acto central, donde el dirigente Jonathan Villalba, de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy), advirtió que "se entablan modelos de educación que no van acorde con la realidad del país".

Los universitarios, en tanto, denunciaron que se sumaron tarde a la congregación porque los guardias de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) intentaron impedir la salida de los autobuses, según relató Rodrigo González, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad Politécnica de esa universidad.

"Como estudiantes universitarios nosotros conocemos la brecha inmensa que existe entre la educación secundaria y el nivel terciario", aseguró José Rodrígo Ramón Sorio, de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA.

De paso, el sector exigió la renuncia del rector Froilán Peralta, involucrado en varios casos de corrupción que ya están siendo investigados por el Ministerio Público.

Los gremios de docentes acudieron también a la marcha, donde aprovecharon para pedir un aumento de los salarios y mayor inversión en formación, explicó Eladio Benítez, representante de la Unión Nacional de Educadores-Sindicato Nacional (UNE-SN).

Varios de los asistentes consideraron a la manifestación como una marca del "despertar de la juventud", celebraron que ya no exista brecha entre asistentes a escuelas privadas y públicas y ponían la mira en el ejemplo de Chile, donde miles de estudiantes se unieron en concentraciones multitudinarias durante al menos dos años para impulsar reformas al sector.