CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
12-04-2014

La central de Arak y la polémica con Occidente

El congreso de Estados Unidos rechazó la visa del nuevo embajador de Irán ante la ONU. Israel puso en órbita un satélite de espionaje para controlar a Teherán.

por Alberto Galeano (*)

Dos hechos enrarecieron las negociaciones por el programa nuclear iraní y el Grupo 5+1: el congreso estadounidense rechazó la visa del nuevo embajador de Irán ante la ONU e Israel puso en órbita un satélite de espionaje para controlar a Teherán.

Aunque se acordó realizar una nueva ronda de negociaciones, el próximo 13 de mayo, en Viena, las principales diferencias están relacionadas con el reactor de agua pesada que se construye en Arak, centro del país, ya que se cree que podría producir plutonio para uso militar.

Este material, junto con el uranio enriquecido, es vital para una explosión nuclear.

Durante el tercer encuentro realizado esta semana en la capital austríaca, hubo también polémica por saber cuántas centrifugadoras podrá tener Teherán para enriquecer uranio y qué hará con todas sus reservas de material nuclear, informó el diario The New York Times.

Los tiempos se acortan para alcanzar un acuerdo final antes del 20 de julio, después de que se congelerán por seis meses ciertas actividades nucleares de Irán, a cambio de un levantamiento parcial de las sanciones económicas dispuestas por Occidente contra ese país.

"Las conversaciones necesitan continuar, pero todos debemos saber que la república islámica de Irán no detendrá las investigaciones y el desarrollo de la energía nuclear", dijo el miércoles el líder supremo Alí Jamenei, tras reunirse en Teherán con un grupo de científicos.

El gobierno del moderado Hassan Rohani, que afronta una inflación anual del 30% y un crecimiento que este año no pasará del 1% con sus exportaciones de gas y petróleo, sabe que aún existen importantes diferencias para lograr un acuerdo que lo aleje de las sanciones que han perjudicado la economía iraní.

Teherán "no acepta ninguna palabra coercitiva de otra parte", dijo Jamenei. El máximo responsable religioso y político del país señaló que "ninguno de los logros de los países nucleares puede ser parado, ya que nadie tiene el derecho a negociar sobre eso".

Por ahora, nadie niega la voluntad de Irán de negociar con el Grupo 5+1, formado por los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y China, más Alemania).

Incluso el canciller iraní, Mohamed Jauad Zarif, dijo al finalizar las negociaciones: "Tenemos un acuerdo sobre el 50 y el 60% del borrador final".

Pero ahora surgió un nuevo problema que enrarece las negociaciones: el Congreso norteamericano rechazó la visa del nuevo embajador iraní ante la ONU, Hamid Aboutalebi.

Para los legisladores estadounidenses este diplomático es sospechoso de "actividades terroristas", dado que fue uno de los estudiantes que el 4 de septiembre de 1979 participó en la toma de la embajada estadounidenses en Teherán y mantuvo como rehén a más de 50 estadounidenses durante 444 días.

Aboutalebi, sin embargo, aseguró que no estaba en Teherán cuando se produjo la toma de la embajada, sino en la ciudad de Ahvaz, en el suroeste del país, aunque admitió que posteriormente hizo de traductor de los estadounidenses "por motivos humanitarios", según declaró al diario digital iraní Jabar.

En la actualidad, Aboutalebi se desempeña como asesor político del presidente Rohani, luego de ser embajador de Irán en Bélgica, Italia, Australia y la Unión Europea.

A pesar de las quejas de los norteamericanos, Teherán no dio marcha atrás con la designación del diplomático.

Israel, por su parte, sigue siendo suspicaz en cuanto a que Teherán cumpla con su parte en el eventual acuerdo.

El jueves, el gobierno de Benjamin Netanyahu puso en órbitra un satélite dotado de un radar capaz de filmar imágenes de una resolución diez veces superior a los que existían en la actualidad.

Con un peso de 330 kilogramos, el nuevo satélite tiene como fin vigiliar a Irán y a sus instalaciones nucleares, pero la información no fue confirmado ni desmentido por el gobierno israelí.

A pesar de las críticas de Washington y del gobierno israelí, Irán señala que a través del desarrollo nuclear busca generar energía eléctrica y luchar contra el cáncer. En medio de este panorama, Rusia se ha convertido en un aliado molesto del Grupo 5+1 tras la anexión por parte de Moscú de la península ucraniana de Crimea.

Además, el gobierno ruso planea comprar 500.000 barriles de petróleo iraní por día, lo que podría romper el límite impuesto por Occidentes de las actividades del país persa, informó el diario de negocios ruso Kommersant.

La probable operación fue criticada por Washington, pero el vicepresidente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov dijo a la agencia Ria Novosti que el incremento del comercio entre Moscú y Teherán "es un proceso natural que no implica ningún elemento político o un desafío económico para nadie".

Lo cierto es que el acuerdo interino logrado por Teherán con el Grupo 5+1 le permite continuar exportando un total de millón de barriles al día hacia seis países: China India, Japon, Corea del Sur, Taiwán y Turquía.

Pero este convenio no se aplica a Rusia, debido a que Moscú no era un cliente existente de la industria petrolera iraní, según afirman analistas.

(*): Télam.