La oposición arrasó en Japón
Yukio Hatoyama será el nuevo primer ministro, tras el amplio triunfo del Partido Demócratico que terminó con la hegemonía del PLD en el poder.
TOKIO, Japón.- El opositor Partido Democrático (PD) arrasó en las elecciones generales celebradas ayer en Japón y Yukio Hatoyama será el próximo primer ministro, lo que abre una nueva era política en un país dominado durante medio siglo por un solo partido.
El PD obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara de Representantes y diezmó al hasta ahora partido hegemónico, el Liberal Demócrata (PLD) de Taro Aso, quien anunció su dimisión como líder de esa fuerza política por su "responsabilidad en la derrota".
"Es la victoria del pueblo", sentenció al conocer el resultado electoral el futuro jefe de Gobierno de Japón, Yukio Hatoyama, de 62 años, a quien el cómputo final de los medios nipones otorgaron 308 escaños -presentó 330 candidatos- frente a 119 del PLD.
El mensaje de necesidad de "cambio histórico" lanzado como un mantra durante la campaña por Hatoyama convenció a los japoneses, que desde 1955 sólo han visto a una fuerza en el poder, el PLD, salvo un corto paréntesis de un año entre 1993-94.
Esta será además la primera vez en más de medio siglo que una fuerza política distinta al PLD controlará las dos Cámaras de la Dieta pues desde julio de 2007 el PD ya ganó en el Senado, anticipo de lo que ocurrió ayer.
El partido que consiguió acabar con esas más de cinco décadas de monolitismo del PLD lo hizo con un programa reformista y populista, que aboga por poner el acento en "el pueblo", reducir la extensa burocracia nipona, congelar impuestos, dar ayudas directas a los trabajadores y tener una relación de igual a igual con Estados Unidos.
El descontento de los votantes con el conservador PLD, que en la pasada legislatura tuvo cuatro primeros ministros -uno por año-, y el efecto de la crisis, que hundió a Japón en recesión durante un año entero, son los detonantes de su humillante derrota.
Hatoyama, que será elegido primer ministro por la Dieta a mediados de septiembre, habló ayer del "enfado del pueblo japonés" contra el Gobierno y consideró que el resultado electoral es "fruto del deseo del pueblo de cambiar la política" en este país.
La afluencia a las urnas rozó el 70 por ciento, según la agencia local Kyodo, superior al 67,5 por ciento de los comicios de hace cuatro años.
El futuro jefe de Gobierno de Japón es un político de cuarta generación, nieto de un ex primer ministro y hermano de un alto dirigente del PLD, partido en el que también militó al comienzo de su carrera.
Hatoyama afirmó que, pese a su victoria por goleada, gobernará en coalición con el Partido Social Demócrata (PSD), más a la izquierda, y con el Nuevo Partido del Pueblo (NPP), disidente del PLD, porque desea un mayor refrendo para sus políticas.
El Partido Liberal Demócrata es el gran derrotado de las elecciones y muchos de sus pesos pesados, entre ellos ministros y ex ministros, perdieron sus escaños, según las proyecciones de los medios de comunicación nipones.
Entre ellos destacan el actual ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, el ex titular de Exteriores Nobutaka Machimura, uno de los halcones del aparato del PLD, y Shoichi Nakagawa, quien hace meses dimitió de la cartera de Finanzas por acudir ebrio a una rueda de prensa del G8.
Algo más de 104 millones de japoneses estaban convocados a las urnas durante la jornada de ayer para unas elecciones históricas aunque a última hora de la tarde bajó la participación, posiblemente por efecto de un tifón que llegó a una amplia región alrededor de Tokio en esas horas.
La afluencia a los colegios electorales fue del 69,5 por ciento, según la agencia local Kyodo, con una participación anticipada en niveles récord (casi 14 millones o el 13,4 por ciento del censo).
Todas las encuestas divulgadas hasta ayer, último día de campaña, ya auguraban una derrota humillante para el PLD, el partido que ha gobernado Japón desde 1955 con un pequeño paréntesis de diez meses entre 1993 y 1994.