Por Marcelo Solari

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No es un sueño. O al menos, ya superó esa categoría y tiene mayores visos de realidad. Aquella publicación en exclusiva que hizo LA CAPITAL el 27 de junio de 2009, con el documento que respaldaba el diseño de un circuito de Fórmula 1 en Mar del Plata, comenzó a tomar una forma más definida tras el anuncio de la Presidenta de la Nación el último miércoles.

Evidentemente, se trata de una de las noticias deportivas del año, la cual generó múltiples repercusiones en diferentes ámbitos y, también, en los lectores de este medio. Uno de ellos, Gastón Forte, tuvo la iniciativa de superponer sobre una imagen satelital de la zona costera de Playa Grande y la Base Naval, el boceto del trazado de la carrera, con sus correspondientes construcciones para boxes, tribunas, centros de transmisión, etc.

En principio, se tenía la idea del circuito por el dibujo publicado, y también, por otro lado, en forma separada, una imagen de las más lindas de toda la hermosa costa marplatense. Lo cierto es que el producto final es asombroso. Impacta. Y, de concretarse, más o menos así quedaría la imagen que recorría el mundo y sus alrededores.

Sobre este documento se comenzará a trabajar en firme una vez que se firme el contrato respectivo con la FIA. Después, sobre la marcha, podrían producirse modificaciones, pero la intención es respetar al máximo posible ese trazado original.

Vale recordar algunas especificaciones, porque fue concebido por el arquitecto alemán Hermann Tilke, diseñador de numerosos circuitos que componen el calendario anual de la Fórmula 1. Tan detallado ha sido el trabajo de investigación y desarrollo, y tratado con tal seriedad, que también se trazaron proyecciones de tiempos de vuelta y velocidades estimadas.

Si se toman como referencia los radios de giro ideales, la extensión del circuito es de 5.006 metros, y el ancho de la pista, de entre 12 y 16 metros. El tiempo de vuelta estaría en el orden de l minuto y 33 segundos, a una velocidad promedio de 193 km/h, lo que habla de un trazado veloz, aunque no en extremo.

La largada sería sobre la escollera Norte, frente a los boxes y arriba de los cuales se instalará el paddock, el centro de prensa, los centros de transmisión y los controles de carrera, sobre el lateral que da a Playa Grande. Desde la cabecera de esa recta (a la altura del Inidep) hasta la curva número uno -una horquilla de sólo 68 km/h.- son 900 metros. En carrera, a ese frenaje los autos llegarán a su máxima velocidad, estimada en 321,1 km/h.

Luego del retome, el recorrido continúa por el lateral interno de la escollera, rozando los 300 km/h. para frenar y girar a la izquierda hacia otra larga recta, dentro de la Base Naval, que desemboca en una sucesión de cinco curvas de baja y media velocidad.

El retorno será por la mano derecha de la recta de la Base y, antes de comenzar a trepar, habrá una chicana para cambiar de mano e ingresar en la zona más trabada, que incluye el paso por la rotonda del Golf (a menos de 70 km/h.).

Luego se circula por la parte superior del Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos hasta una horquilla de apenas 60 km/h. situada a la altura de la calle Primera Junta, para descender por el paseo Celso Aldao y, tras las dos últimas curvas a la izquierda, ambas de alta velocidad, ingresar a la recta principal y completar el giro. En total, son 18 curvas.

Las tribunas se ubicarían a lo largo de la mayor parte del circuito, en muchos casos sobre la orilla misma del mar, de espaldas al agua, con una capacidad cercana a los 80.000 espectadores.