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31-10-2011

Un triunfo tan resonante como merecido

El histórico 2-1 de Aldosivi como visitante de River. El país se hizo eco de la victoria marplatense, que dejó sin punta y sin invicto en la B Nacional a uno de los gigantes del fútbol sudamericano. Pero más allá del golpe, todos destacaron los méritos del conjunto de Quiroz para quedarse con los tres puntos.

por Víctor Molinero

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Enviado especial

BUENOS AIRES.- Todavía hoy perduran los ecos del histórico triunfo que se llevó Aldosivi de la cancha de San Lorenzo (2-1), en su visita al poderoso River Plate, que llegaba puntero e invicto en el campeonato de la Primera B Nacional de fútbol.

Programas televisivos, radiales y diarios de toda la geografía nacional -e inclusive más allá de las fronteras- graficaron con amplitud la victoria del equipo del debutante Fernando "Teté" Quiroz. Y si bien es cierto que la mayoría -exceptuando los medios marplatenses claro está- optó por focalizar el traspié millonario antes que el inolvidable triunfo de los portuenses, todos coincidieron en resaltar los méritos de Aldosivi para quedarse con tres puntos soñados.

Porque todos, inclusive los medios capitalinos, reconocieron la gran tarea del conjunto portuense, que hasta pudo haber sellado su triunfo mucho antes de aquel agónico gol de Walter Zunino, a los 39' del complemento.

Es que Aldosivi le hizo un gran primer tiempo a River. En un campo con grandes dimensiones, se mantuvo "corto" con el 4-4-2 para intentar salir rápido y aprovechar los espacios que dejaba una defensa de River parada cerca del mediocampo. Durante esa primera mitad Aldosivi no solo mostró orden para encerrar al rival sino que lo ahogó con una presión que comandó un Jonathan Blanco que cada vez parece más afianzado como el patrón del mediocampo. Lamentablemente, al sumar su quinta tarjeta amarilla, Quiroz no lo podrá contar el sábado, cuando Aldosivi intente ratificar lo hecho en cancha de San Lorenzo, al recibir a Atlético Tucumán en el Minella, por la decimotercera fecha.

Blanco parecía llegar a todas el sábado. Siempre bien ubicado, lideró esa presión que no dejó pensar a River.

Pero el conjunto marplatense, como había sucedido en algunos pasajes de la "Era Yllana", se mostró prolijo para intentar progresar en campo rival. Entonces no se limitó a "aguantar" el partido sino que se animó a jugarlo. Y allí, con Ignacio Malcorra por izquierda y, fundamentalmente, con el aporte de Marcelo Vega por derecha, lastimó a una defensa "millonaria" que estuvo incómoda durante toda la primera mitad. El gol de Iván Furios de cabeza, cuando promediaba el período inicial, no hizo más que acentuar los aciertos de uno y los problemas del otro. Aldosivi tuvo más espacios todavía, y si no marcó el segundo fue porque Matías Gigli y Mauricio Carrasco fallaron en la puntada final. No hubiese sido injusto si el equipo de Quiroz se iba 2-0 al descanso.

En el segundo tiempo todo cambió. Pero no por el audaz cambio de Alejandro Domínguez por Cristian Ledesma en el local sino por el penal que cobró Pablo Díaz por supuesta falta (si la hubo fue claramente fuera del área) de Furios sobre Domínguez. Cavenaghi aprovechó la ocasión para poner el 1 a 1 y devolverle el alma al cuerpo a los suyos.

A partir de entonces fue un monólogo de River. Pero no uno al estilo stand-up sino uno sin ideas. Con mucha tenencia sí, pero sin profundidad, chocando una y otra vez con una firme defensa del conjunto visitante.

La diferencia fue que por entonces a Aldosivi le quedó demasiado lejos el arco rival. Porque se replegó demasiado y casi nunca pudo sacar la contra, como había sucedido antes. Sin embargo mantuvo a raya a River. Quiroz acertó con los cambios (el pibe Jonathan Galván se vistió de Blanco cuando lo reemplazó y Ramón Lentini presionó arriba en lugar de un agotado Gigli) y al equipo de Matías Almeyda lo volvieron a dominar los nervios.

Igual Aldosivi no se veía con fuerzas suficientes como para ir de nuevo por el gran golpe. Pero uno de sus avances ganó un córner. Que como en el primer tiempo, desde la izquierda, ejecutó Malcorra. Esta vez fue al primer palo y Walter Zunino anticipó a Vella. Fue un gol que se gritó hasta la afonía en la tribuna destinada a los hinchas de Aldosivi. Y que se vivió con perplejidad en otras treinta mil almas. De ese minuto 39' al final del partido las posturas no cambiaron en las gradas. Unos saltaron enloquecidos y otros se fueron de la cancha sin creer lo que había sucedido. Pero todos, hinchas y analistas, entendieron que el interminable festejo de los de verde y amarillo estaba más que justificado. Por lo histórico del logro y por los méritos acumulados.