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09-08-2009

Y esta vez hubo vuelta con copa

La Liga Marplatense, por intermedio del directivo Ricardo Charlier, premió al campeón en la cancha.

Una falencia apuntada largamente en los últimos años a la hora de cada final del torneo marplatense fue la falta de una ceremonia de premiación para el campeón.

La crítica no cayó en oídos sordos y ayer el directivo "liguero" Ricardo Charlier le entregó al capitán de Cadetes, Nahuel Ovejero, la copa de campeón del Torneo Apertura.

Dar la vuelta con una copa tiene otro sabor. Sobre todo en un fútbol que ofrece a sus protagonistas más retribuciones afectivas que económicas.

La vuelta olímpica de Cadetes tuvo también otro cariz. La juvenil hinchada del conjunto "tricolor" derribó la porción de alambrado perimetral ubicada justo detrás del arco donde Diego Farías convirtió el gol del triunfo. Los jugadores festejaron junto a sus afectos.

Pero a los dirigentes de Kimberley que estaban en la cancha no les causó gracia. "Cacho" Belza recién se quedó tranquilo cuando Ernesto Gabarain, directivo de Cadetes, le prometió que le iba a pagar los arreglos.

La bronca de la tarde fue la de Guido Castro. El delantero fue reemplazado un minuto después del gol del empate de Clark por Juan Manuel Tello. Cuando recibió la indicación de salir junto sus dedos en el clásico gesto de preguntarle qué estaba haciendo a su entrenador. Y cuando salió de la cancha pateó una pelota con violencia contra su propio banco de suplentes.

Mala suerte para Martín Pereira. El delantero, único sobreviviente del título que ganó Cadetes en el año 2003, no salió a jugar el segundo tiempo. Sufrió un tirón en el primer tiempo en la jugada en la que desperdició un mano a mano con Sergio Del Curto.

A propósito del arquero de Atlético Mar del Plata, trascendió ayer que un enviado de Temperley lo estuvo observando con mucho detenimiento en la cancha de Kimberley.

Miguel Correa, el árbitro del árbitro, se olvidó ayer la tarjeta roja y debió sacarlo del apuro su asistente Gabriel Millas. De todas maneras, no tuvo necesidad de mostrarla.

Correa empezó con sus participaciones en las finales de los torneos marplatenses hacia 2003, cuando controló el decisivo partido del Clausura entre Cadetes y San Lorenzo, un 0-0 que coronó a Cadetes. "Contando finales de regionales y Argentinos, esta es la decimotercera", contó el árbitro en el vestuario.

El campeón del Apertura sumó como sponsor para lo que resta del año una conocida firma de ropa deportiva de esta ciudad. El arreglo se realizó el jueves, pero, por cábala, el plantel se negó a salir a la cancha con ella. Recién se animaron a ponérsela en los festejos posteriores en el club.

Otros que, por cábala, no posaron formados antes del partido fueron los jugadores "decanos". A ellos la decisión no les sirvió de mucho.

Marcelo Zwicker, junto al "profe" Damián Vasconcello y a su ayudante de campo Rubén Mansione, presenció el partido en la villa de Kimberley. El "Gancho" vivió con alegría la consagración de Cadetes. "Es lindo por los chicos que uno tuvo durante tantos años", le dijo a este medio.