Se sobrepuso como un campeón,y tiene a Jesús…
Boca se impuso por 2 a 1 a River con goles de Dátolo. Ganaban los dirigidos por Gorosito con tanto de Cabral. El conjunto que conduce Carlos Ischia jugó gran parte del partido en inferioridad numérica.
por Vito Amalfitano
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Con la actitud y el juego de un campeón. Siempre quiso más y casi siempre jugó mejor, con once jugadores o con diez. Y porque tiene a Jesús. Con dos goles de Dátolo, la figura de la cancha, Boca le ganó otra vez a River por 2 a 1 para quedar como líder del Pentagonal de Grandes del fútbol de verano, en una noche de fiesta en el Minella, con casi 30.000 entradas vendidas, cerca de 33.000 espectadores y una recaudación al borde de los dos millones de pesos.
Desde el arranque la iniciativa fue de Boca. La presión, de River. El equipo de Carlos Ischia salió a buscar el partido por abajo. Desde la salida segura por Sebastián Battaglia, pasando por Leandro Gracián como enlace, pero repitiéndose demasiado en los centros de Mouche para la búsqueda de Viatri en la zona de definición. El conjunto de Néstor Gorosito, en tanto, se paró claramente con dos líneas de cuatro, con Diego Buonanotte a la expectativa para enganchar y con Facundo Quiroga rompiendo juego con cierta efectividad por el centro.
Primero inquietó Boca justamente con un centro de Mouche que no pudo conectar Viatri. Pero enseguida Dátolo le cometió una falta sobre el borde del área a Paulo Ferrari y el tiro libre de Abelairas fue neutralizado con mucho esfuerzo por Josué Ayala.
A los 20', en clara demostración de lo que era el partido hasta ese momento, Boca llegó con varios jugadores tocando de primera, Battaglia, Vargas, Gracián y Viatri, la acción derivó en Morel y su centro no fue conectado por muy poco por el propio colombiano Fabián Vargas, quien estaba en clara posición de gol.
Poco después el arquero Josué Ayala tapó un cabezazo de Falcao García tras cesión de Mauro Rosales. Y el 32' fue un minuto clave para el partido. Battaglia bajó de atrás a Falcao, que se le iba, el árbitro Héctor Baldassi entendió que era para expulsión, y Boca se quedó con diez. Y de ese tiro libre llegó, además, el gol de River: lo ejecutó Abelairas, no despejó bien la defensa de Boca, quedó muy bien ubicado Rosales, dio rebote Ayala y apareció Gustavo Cabral casi sobre la línea de sentencia para concretar.
Boca, con inferioridad numérica, y con imprecisiones en la búsqueda, salió con todo por el empate. Pasado el minuto 40' desbordó Jesús Dátolo por izquierda y su centro alcanzó a rechazarlo con mucha dificultad Cabral, también sobre la línea de sentencia, pero esta vez la del arco propio. En la acción siguiente Gracián prolongó hacia la derecha con Facundo Roncaglia y el centro del lateral fue conectado por el propio Dátolo, quien empujó el balón en soledad y con vehemencia para determinar el empate.
Boca siguió en la tónica de hacer el gasto y jugar más en campo contrario también en el segundo tiempo, aún con un hombre de menos, pero por ese afán de no renunciar al protagonismo el técnico no quiso resignar un delantero y asumió el riesgo de sacrificar la claridad de Gracián para reacomodar el mediocampo por la expulsión de Battaglia. Y acertó Ischia, porque entró Cristian Chávez, quien aportó aún más fútbol por derecha, y al final por toda la cancha, pasó Fabián Vargas a plantarse en el centro, y Boca siguió buscando.
River, en cambio, se refugió en su campo como si fuera el equipo con inferioridad numérica, no se aportó de la doble línea de cuatro y tuvo reparos en retrasarse, e incluso en sacar a Buonanotte, una posible usina de fútbol, aunque entró una "promesa", Gustavo Fernández. En Boca, al cabo, salió finalmente un delantero, Mouche, pero ingresó otro atacante, Ricardo Noir.
Ya con el partido sumergido en un mar de imprecisiones y dudas, Dátolo fue uno de los pocos que siguió intentando por su carril, en el que se multiplicó todo el partido, con mucha solidaridad, para marcar y después para desbordar. Pero en ese mar de imprecisiones también apareció la magia de Chávez para "inventar" una jugada "riquelmeana", penetrando en campo contrario con claridad y metiendo justo un pase a lo Román para la entrada profunda de Noir. Abelairas marcó mal, desde atrás, lo tocó y Baldassi vio el penal. Dátolo, la figura de la cancha, lo tradujo en el desnivel merecido para el que más buscó y el que mejor lo hizo, a pesar de jugar gran parte del partido con un hombre menos. Con mística, actitud y juego de campeón. Y, además, con Jesús.
Síntesis
Boca (2): Josué Ayala (5), Roncaglia (6), Julio Cáceres (6) , Fortín (6) y Morel Rodríguez (6), Fabián Vargas (6), Sebastián Battaglia (5) y Dátolo (8), Leandro Gracián (6), Mouche (4) y Viatri (4). DT: Carlos Ischia.
River (1): Daniel Vega (5); Paulo Ferrari (5), Gustavo Cabral (6), Nicolás Sánchez (5) y Cristian Villagra (4); Augusto Fernández (5), Facundo Quiroga (5) y Abelairas (5); Mauro Rosales (4) y Falcao García (5). DT: Néstor Gorosito.
Goles: en el primer tiempo, 33’ Gustavo Cabral y 41’ Dátolo; en el segundo tiempo, 37’ Dátolo, de penal.
Cambios: en el segundo tiempo, en el inicio, Cristian Chávez (7) por Leandro Gracián; 17’ Noir por Mouche y Gustavo Fernández por Buonanotte, 24’ Robert Flores por Mauro Rosales, 33’ Santiago Salcedo por Cristian Villagra.
Incidencias: en el primer tiempo, 32’ expulsado Sebastián Battaglia por juego brusco; en el segundo tiempo, 42’ expulsado Paulo Ferrari por doble amonestación.
Cancha: estadio del Mundial José María Minella. (muy buena)
Arbitro: Héctor Baldassi (6).
Recaudación: 1.967.800 por la venta de 29.491 entradas.