El secretario de Economía y Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle, exhibió ayer un borrador de los proyectos de las ordenanzas fiscal e impositiva que pretende elevar al Concejo Deliberante, ratificando allí su intención de gravar las exportaciones que realicen todas las empresas radicadas en el Partido de General Pueyrredon.

Asimismo volvió a expresar su voluntad de eliminar diversas exenciones que actualmente benefician a diferentes sectores y actividades económicas de la ciudad.

De momento las propuestas sólo pudieron ser observadas en profundidad por los integrantes del interbloque de concejales de Cambiemos, algunos de los cuales, aseguraron estar “decepcionados” con el trabajo del funcionario.
Si bien en su nueva propuesta Mourelle restituyó algunas de las exenciones que originalmente había pretendido eliminar, dejó en claro su intención de retirar varios de esos beneficios.

Contradiciendo incluso las sugerencias de la gobernadora María Eugenia Vidal, el secretario propuso nuevamente que los cines y teatros comiencen a pagar las tasas de Servicios Urbanos y de Seguridad e Higiene, con la salvedad de que esta vez, esa exigencia no alcanzaría a los teatros independientes.

Tal y como quedó redactado, en el borrador al que tuvo acceso LA CAPITAL quienes sí deberían comenzar a pagar tasas municipales serían los propietarios de las grandes salas, quienes meses atrás ya se habían opuesto firmemente a esa posibilidad.

En su momento las quejas frente a este medida estuvieron encabezadas por Carlos Rottemberg, Lino Patalano y Javier Faroni, quienes habían recibido un guiño favorable de parte de la gobernadora.

“Los productores se habían quedado tranquilos porque desde el entorno de Vidal les habían dicho que esto era una locura que no prosperaría, que era un tema cerrado. Ahora va a ser muy difícil explicarles por qué no se cumplió con esa palabra”, reflexionó un concejal oficialista.

Ayer, ante las consultas de sus pares de la oposición, el presidente de la comisión de Hacienda del Concejo Deliberante, Alejandro Carrancio (CRAR), reconoció que efectivamente Mourelle había hecho circular en el interbloque de Cambiemos un borrador de las ordenanzas fiscal e impositiva. Durante la reunión de la comisión, Carrancio fue consultado sobre el tenor de esas propuestas y fue entonces cuando aseguró que de su parte tiene “varias cosas para decir”, dando a entender así su disconformidad con las “correcciones” recibidas.

En la misma línea la jefa del bloque de la UCR, Vilma Baragiola -otra de las ediles que tuvo acceso al borrador- también expresó reparos frente a la propuesta del Ejecutivo. Si bien en los textos quedó de manifiesto la voluntad del gobierno de quitar exenciones, también es cierto que en algunos casos Mourelle aceptó dar marcha atrás.

Por ejemplo, a diferencia de lo que se indicaba en el proyecto original, en los borradores se establece que el beneficio sería mantenido de manera parcial o total para las empresas radicadas en el Parque Industrial, los profesionales independientes, la impresión y venta de libros y los medios de comunicación. No obstante seguirían quedando afuera, además de los cines y teatros, los martilleros, los sindicatos, las empresas recreativas, los elencos artísticos o ciertas obras en construcción.

Al margen del tema de las exenciones, las propuestas recaudatorias impulsadas este año por la gestión de Arroyo contenían otro ítem controvertido, que apuntaba a que las empresas exportadoras comiencen a pagar la Tasa de Seguridad e Higiene también por las ventas que realicen al exterior.

En su momento este planteo generó una ola de críticas desde diversos sectores vinculados a la producción, especialmente desde las actividades frutihortícola y pesquera.

Si bien algunos esperaban que el Ejecutivo diera marcha atrás, lo cierto es que el borrador mantiene el controvertido artículo, que para las empresas es “inconstitucional”. Ayer, en una entrevista radial, el intendente Arroyo también reconoció que Mourelle había presentado estas nuevas propuestas ante los concejales oficialistas y tácitamente admitió que no todas ellas fueron recibidas con agrado.

“Algunas modificaciones hubo y otras no. Si los concejales lo quieren votar que lo voten y si no lo quieren votar que no lo voten”, razonó.