Por Marcelo Solari

Le costó. Tal vez más de lo esperado. Pero cuando logró soltarse y su juego ofensivo fluyó naturalmente, encontró los espacios para matar de contraataque.

La forma en que Peñarol disfrutó el cuarto final no reflejó lo que había sucedido durante los tres capítulos anteriores. Sin embargo, supo liberarse a tiempo y terminó imponiendo un peso específico superior para vencer Echagüe de Paraná, por 86 a 68, en una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

Después de un inicio prometedor, con buena circulación ofensiva y la aparición de algunos tiros limpios, Peñarol comenzó a enredarse. O tal vez, a perder el foco, lo que se reflejó en ciertas situaciones puntuales. Algún rebote largo que no pudo capturar en ofensiva, o distracciones para asegurar el cerco reboteador e impedir que Derrick Caracter se adueñara de los recobres en ataque.
Echagüe capitalizó rápido y bien las pocas situaciones que dispuso para correr las réplicas y fue erigiendo en figura ofensiva al panameño Josimar Ayarza (7-12) antes de llegar a la mitad del cuarto de apertura.

Luego del necesario pedido de tiempo muerto por Marcelo Richotti, el “milrayitas” mejoró su imagen, aunque no terminó de consolidarse como dominador. Alternó aciertos con errores y después de remar bastante logró terminar el segmento arriba en el resultado.
Con Ayarza mejor tomado y un incremento en sus prestaciones defensivas, el equipo marplatense se sintió un poco más cómodo porque aparecieron opciones de anotar por la vía del ataque rápido.

Mientras, del otro lado tuvo descanso el base titular Joaquín Baeza y lo reemnplazó un ex Peñarol, Eugenio Zustovich, mientras el también marplatense Franco Barroso ganaba minutos por las dos faltas personales acumuladas por Caracter.
El partido, de todos modos, no conseguía librarse del nudo que lo atenazaba, hasta que la llave la encontró Franco Giorgetti, implacable e inapelable desde la larga distancia. Acaso allí el local disfrutó de su mejor pasaje hasta ese momento, aunque la tercera falta personal mandó al alero chaqueño al banco. Y si bien Peñarol llegó a su máxima renta (43-37) tras un gran pase de aro a aro de Juan Manuel Torres para la conversión de Alejandro Diez, una tibia defensa ante el tiro lejano de Baeza redujo el margen antes del descanso.

El deslucido tercer cuarto tuvo lapsos de juego muy deslucido, en los cuales ambos equipos tuvieron problemas enormes para anotar, y otros en donde se convirtieron mutuamente con facilidad. En esa desprolijidad, luego de haber demorado 3m30s en anotar sus primeros puntos del capítulo, fue Peñarol el que emergió mejor parado. Con un Diez muy participativo y las apariciones internas de Torres o Roberto Acuña, según quién de los dos estuviera en cancha, para usufructuar espacios originados en la salida de Caracter por complicarse con las faltas.

Desde el inicio del último segmento se abrió otro panorama para el local. Un par de buenas defensas derivaron en corridas y en menos de 1m30s ya estaba arriba por once (68-57), algo inédito en la noche. No hubo retorno para Echagüe. Ni tampoco equivalencias. La ventaja se amplió demasiado en muy poco tiempo y eso permitió que descansaran los “averiados”. El final llegó con todos los pibes en la cancha y absolutamente relajado, después de haber dejado atrás los inconvenientes de enfrentar a un rival que no tenía ninguna presión y lo habían maniatado más de lo aconsejable. Y por primera vez en la campaña 2016/17 sumó tres victorias consecutivas.

Síntesis

Peñarol (86): L. Dabney 14, S. Pettigrew 14, F. Giorgetti 13, A. Diez 18 y J.M. Torres 11 (FI). J.P. Figueroa 0, R. Acuña 16, J. Valinotti 0, T. Monacchi 0, V. Fazzini 0, N. Franco 0. DT: Marcelo Richotti.

Echagûe (68): J. Baeza 13, M. Nocedal 2, S. Uranga 7, J. Ayarza 18 y D. Caracter 11 (FI). E. Stucky 6, B. Davis 5, E. Zustovich 0, F. Barroso 6 (x), C. Buemo 0. DT: Iván Najnudel.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Alejandro Chiti y Javier Mendoza.
Parciales: 23-22, 43-40 y 61-57.