Anahí Díaz (30) es la que habla con voz de mando desde la calle. Dentro de la casa de Hernandarias al 4000 está su pareja, Mauricio Benítez (39). En una mano sostiene el teléfono y en la otra un arma de fuego con la que golpea a la dueña, una mujer de 65 años que suplica que no le pegue más. ” Que te entregue la plata esa vieja de mierda que está entregada, que la entregue porque la tiene. Si no me traes nada gato de mierda entro yo y te prendo fuego a vos, mato a la vieja y te mato a vos. que te la de, cortale la oreja, cortale el cuello, que te dé la plata”, dice Díaz.

La escena ocurrió el 29 de octubre y la policía, junto con el fiscal Mariano Moyano, ya investigaba a esta pareja por distintos hechos. Por eso tenían los teléfonos intervenidos y se pudo reconstruir el violento asalto contra la jubilada, a la que la despojaron de dinero en efectivo, teléfonos, un televisor y joyas.

“Pedile plata, oro, joyas, lo que tenga”, insiste Díaz desde su rol de “campana”, subida a bordo del auto a pocos metros de la casa. Por el teléfono se filtra como Benítez amenaza a la víctima.

-No tengo plata… -dice la mujer.
-Ahora vas a ver cómo te rompo toda -responde Benítez.
-Te pido por favor que no me pegues…
-Nada, esta señora dice que no tiene nada -dice Benítez a Díaz por el teléfono.
-Fijate que la tiene, en el mueble -ordena Díaz.
-¿Está todo tranquilo afuera?
-Sí, sí. Acá estoy en el auto.

Poco después, con el asalto ya consumado, Benítez y Díaz vuelven a hablar.

-¿Está todo bien? -consulta él.
-Sí, acá esperándote. ¿Qué onda con ella? ¿La encontraste?
-No
-Pedísela que la tiene.
-No no la tiene.
-Bueno quedate tranquilo que estoy esperando acá afuera, en la esquina con el auto en marcha. Avisame y voy.

Díaz y Benitez fueron detenidos esta mañana por personal de la DDI Mar del Plata y acusados del delito de robo doblemente agravado por el empleo de arma y uso de arma impropia.

Benítez no es otra persona que aquel joven de 18 años que en 1996 mató de tres disparos a la cabeza al taxista Carmelo Salerno, en el Parque Lillo de Necochea. Por ese crimen le aplicaron una pena de 15 años de prisión y tras cumplir 13 quedó en libertad. Pero una semana más tarde fue detenido por un robo y volvieron a condenarlo con 3 años. Luego tuvo otro robo que se sumó a sus antecedentes, mientras que Díaz tiene un prontuario vacío que ahora llenará sus fojas por primera vez.

Se cree que además del asalto a la mujer cometieron otro violento precisamente en Necochea el 28 de ovtubre, en un local ubicado en calle 79 y 6 de aquella ciudad.

Hoy el allanamiento se realizó en una casa de Hernandarias al 4800, esto es a pocas cuadras del lugar en el que perpetraron el robo a la jubilada.