por Matías Varela

Gracias a una oferta muy variada y de una calidad superlativa, que incluye 20 estilos diferentes, la cerveza artesanal logró posicionarse como uno de los productos icónicos de Mar del Plata y además generó una industria competitiva a nivel nacional, la cual permitió la creación de 1.000 puestos de trabajo de manera directa y otros 1.000 de manera indirecta.

Según le expresó Pablo Rodríguez, titular de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata, a LA CAPITAL, hoy hay al menos 20 marcas de cerveza que fabrican sus productos en la ciudad y unos 40 bares temáticos que centran su propuesta gastronómica alrededor de esta bebida.

Estas cervecerías generan unos 500 mil litros por mes, lo que representa un tercio de la producción de todo el país. Algunas venden sus productos más allá de los límites de la ciudad y otras incluso realizan operaciones de exportación a distintas partes del mundo.

Esta tendencia comenzó con Antares en diciembre de 1998, con un crecimiento sostenido pero moderado, hasta que en el 2010 que se dio una consolidación de la actividad local, con una mayor comunicación y colaboración entre los diferentes productores que surgieron.

“Eso generó una onda expansiva positiva en la categoría porque apareció la oferta de bares multimarcas, que también sumó, y cada cervecería, más allá de lo que sumaba en la parte comercial individual, aportaba a un esfuerzo colectivo que terminó conformando una cámara de cervecerías artesanales”, aseguró Rodríguez, quien fue uno de los fundadores de Antares.

Un circuito cervecero cada vez más grande

Al abrir cada vez más locales que centran su oferta en la cerveza artesanal, se formó en la ciudad un amplio circuito cervecero y con diversas propuestas, ideales para disfrutar de un agradable momento junto a amigos. Los expertos en la materia afirman que hay diferentes zonas bien delimitadas para probar los distintos estilos de la milenaria bebida. Una es en el cuadrado que forman las calles Córdoba, Hipólito Yrigoyen, Rodríguez Peña y Castelli, otra es en la zona comercial de Güemes, por la calle Olavarría, y también en Alem y Bernardo de Irigoyen.

Por último se sumó la zona de Constitución, donde Baum instaló su local, el cual tuvo una gran respuesta del público y Antares acelera la construcción de una edificación a solo 100 metros.

Una competencia continental en Mar del Plata

Si bien se trata de una bebida que puede disfrutarse durante todo el año, las estaciones de clima cálido son una gran oportunidad que tienen los productores marplatenses para aumentar sus ventas y lucirse ante los turistas. Por este motivo, desde la Cámara de Cervecerías Artesanales locales adelantaron que trabajan en realizar diferentes acciones ante la llegada de días con temperaturas elevadas.

Una de ellas es la Semana de la Cerveza Artesanal, la cual se realiza en todo el país, pero nace de una idea surgida en Mar del Plata. La misma se llevaría a cabo del 19 al 24 de septiembre.

En noviembre se podría desarrollar un festival de cerveza artesanal marplatense, en el que se convocaría a participar a todas las fábricas locales. La meta de la cámara de cerveceros locales es realizarlo en el predio Arena MDQ, ubicado en la avenida Juan B. Justo al 70. Si se desarrolla con éxito, y cuenta con el respaldo de las autoridades municipales, el mismo podría repetirse durante enero.

El acontecimiento más destacado para el sector de la cerveza artesanal se dará en mayo de 2017, ya que Mar del Plata será sede nuevamente, como en el 2015, de la South Beer Cup (Copa sudamericana de cerveza), o también conocida como Copa Libertadores de la cerveza. Para ello, desde la cámara de cerveceros locales están gestionando fuertemente para que el cierre de la competencia sudamericana se lleve a cabo en el Polideportivo Islas Malvinas.

El “Homebrewing”: una práctica que crece en la ciudad

Tras el boom de la cerveza artesanal, mucha fue la gente que se animó a elaborarla de manera casera, no con fines comerciales en un principio, sino por el placer que les daba hacer su bebida favorita. Esto es lo que en la jerga del ambiente cervecero se denomina “Homebrewing”.

“Claramente el hobby de cerveza casera es el semillero de los emprendedores en la ciudad. No solo es el semillero, sino que por otro lado son los mejores gerentes de marketing que una categoría de producto que puede tener, porque es gente que está fanatizada con la cerveza y su foco de entusiasmo pasa por la cerveza artesanal. Por eso nosotros desde la cámara apoyamos todo el tiempo la iniciativa de los cerveceros caseros”, afirmó Pablo Rodríguez al respecto.

Al convertirse en una práctica cada vez más habitual, y que día a día suma más adeptos, se fueron abriendo diferentes negocios en la ciudad que se dedican a vender insumos y equipamientos para la elaboración de cerveza artesanal.

Uno de ellos es Punto Cerveza, ubicado en Alvarado al 2600, el cual surgió porque “hace dos años, aunque parezca poco tiempo, costaba mucho conseguir insumos. Era imposible, muy difícil”, contó Mariano Balacco, propietario del local y agregó que: “Fue surgiendo la idea loca de abrir un local y lo hicimos sin saber cuánta gente hacía cerveza o cuánta gente iba a hacer, así que fue todo un riesgo, pero salió bien”.

A su vez, comentó como son los clientes que acuden a su tienda: “Tenés desde pibes de 22 o 23 años que se juntan con los amigos y hacen birra para tomar en las peñas de ellos, hasta gente grande de 70 o 75 años que hace cerveza como un entretenimiento más. Hay de todo, nuestros clientes son muy heterogéneos”.

“Desde que abrimos el negocio el crecimiento de la demanda es constante, es impresionante. Nosotros hacemos talleres de elaboración para que la gente aprenda a hacer cerveza y hemos hecho 70 con 15 personas cada uno”, expresó sorprendido Balacco.

Por último, el joven propietario explicó que: “Uno puede tener en su casa la mayoría de los elementos para hacer cerveza, como por ejemplo ollas. Después hay algunos elementos más específicos, un densímetro, por ahí termómetros de alcohol o demás, pero en realidad uno con una versión pequeña puede llegar a empezar a hacer cerveza. Podés hacerlo en una cocina de un departamento de un ambiente hasta en un lugar un poco más grande, por eso es tanto el furor, la gente ve que la puede hacer en cualquier lado, ve que no es difícil y que está bueno poder hacer su propia cerveza y compartirla con el resto. Creo que uno de los aspectos más importantes del hobby este es que se puede compartir y te da esa satisfacción”.

Los profesores que hacen su propia cerveza

Uno de los tantos grupos de marplatenses que elaboran su cerveza artesanal tiene la particularidad de estar constituido por docentes de un colegio. Mariano Herrero, profesor de artística y comunicación, contó:”Nosotros somos todos profesores del colegio Luis Federico Leloir y la inquietud nuestra nace porque un profesor de música de la institución cocinaba cerveza por hobby, había hecho cursos y había entrado en la movida de la industria cerveza artesanal”.

“En uno de los recreos, un profesor de matemática habla con este de música y quedaron en que juntarse en la casa de alguien para que muestre como era todo el proceso. Esto lo hicimos en mi casa, hicimos un asado e iniciamos el proceso de hacer la cerveza que dura unas seis horas. Al mes nos volvimos a juntar para ver cómo había quedado y tomamos nuestra primer cerveza, que salió muy buena”, recordó Herrero, en lo que fue el nacimiento de la “Luis Federico”, nombre que lleva la cerveza en alusión al establecimiento educativo en donde trabajan los integrantes del grupo.

Asimismo, el profesor de artística agregó: “Esto nos llevó a decir ‘empecemos a armar nuestro equipo’. Éramos diez profesores que estábamos enganchados, esto fue aproximadamente hace dos años y medio y en el grupo tenemos de todo, ingenieros, profesores de matemática, historia, gente que ya se jubiló y también un preceptor”.

Por otra parte, Herrero detalló que las recetas y la información que utilizan para hacer sus cervezas las obtienen de internet y que la idea del proyecto es para “juntarse cada 15 días, pasarla bien, comer un asado o lo que sea y probar la cerveza que hicimos, desde que nos juntamos, un mes atrás”.

No obstante, el docente reveló: “Después de una larga discusión, en el que evaluamos producir más cantidad de cerveza para vender, decidimos no hacerlo, porque cada uno iba a empezar a tener más responsabilidades, podría haber discusiones y podría perderse la esencia de lo que hacemos”.

“El paso que sí decidimos dar es uno intermedio, que es llenar barriles de 50 litros y vender en las cervecerías para dar a conocer a nuestra marca, ya es un producto lindo y de calidad. Toda la gente que lo probó le ha gustado”, finalizó orgulloso el profesor del Luis Federico Leloir.